Elena Shushunova, una gimnasta diferente

10:20

Shushunova
Antes de hablar de Shushu, es necesario anunciar que Samuel Mikulak, gimnasta estadounidense que iba a participar en la American Cup, se ha roto el tendón de Aquiles de su pie izquierdo durante la Winter Cup, celebrada en Las Vegas durante los días 16, 17 y 18 de febrero. Evento que, por cierto, ganó Yul Moldauer. 

Sam va a estar un tiempo de baja, por lo que estaremos atentos a ver quién lo sustituye en la Copa del Mundo. Aquí tenéis el vídeo del momento:



Hoy vengo a hablaros de una de las gimnastas soviéticas más importantes de la década de los ochenta: Elena Shushunova. ¿Y a qué me refiero cuando digo que era una gimnasta diferente? 

La escuela soviética siempre se ha caracterizado por la fineza y delicadeza de sus gimnastas: chicas finas que interpretan piezas clásicas con gracia y ligereza. Podríamos decir que Elena representaba justo lo contrario: era una chica más bien potente y musculosa, que destilaba seguridad por los cuatro costados.

A mí me recuerda más a las actuales gimnastas que a las de su época. Debo reconocer que me gusta que existiera diferencia tan grande de Elena con el resto, una diversidad; pero realmente no me entusiasmaba su estilo. Aunque en barra, pese a no ser tan fluida como otras, me gustaba por su seguridad y dificultad:



Pero debe reconocerse que era una gran innovadora, un animal competitivo y una gimnasta sobresaliente. ¿Quién no recuerda ese duelo histórico que mantuvo con la rumana Daniela Silivas en la final de los Juegos Olímpicos de Seúl 88? Daniela primera al finalizar la tercera rotación, Elena segunda. Última rotación: salto. Elena hace gala de su capacidad de concentración y consigue, con un salto de 10, superar a la rumana y llevarse el oro a casa (todo mientras suena de fondo la canción de La familia Addams, que alguna gimnasta utilizó para su rutina de suelo). Una de las perlas que nos dejó en esa competición fue un increíble mortal atrás desde las rodillas en suelo (1:07):


Mundo Deportivo, 01/11/88



Si algo bueno tenía la gimnasia antigua (en mi opinión) eran los ejercicios obligatorios, pues podías ver a todas y todos realizar el mismo ejercicio en igualdad de condiciones, sin trampa ni cartón. Es ahí donde puedes comparar, pues se supone que todas están haciendo lo mismo, pero la realidad es que solo unas pocas consiguen transmitirte la perfección exigida para el ejercicio obligatorio.

Aquí tenéis todos sus ejercicios de Seúl: obligatorios, libres, finales...



Está claro que Shushu no era como las demás. Misma competición, misma nacionalidad, dos campeonas del mundo, dos estilos completamente diferentes. Y tú, ¿con cuál te quedas?




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